El proximo jueves, 4 de marzo tenemos el gusto de presentar en Cabinet (alameda,8) una exposicion de la artista Clara OLivares.
La inauguracion tendra lugar a las 8:ooh de la tarde.
Adjuntamos un precioso de texto de la escritora Consuelo Triviño.
CLARA OLIVARES, ENTRE LA ALQUIMIA Y EL ARTE
Clara Olivares es una artista singular por el mundo que ha venido construyendo desde que asumió el reto de darle forma al interior de la humana condición, ese espacio inmaterial, casi secreto, reservado a la parte más auténtica de nuestro ser. Primero fueron aquellas cajas que en escala pequeña proyectaban el infinito, tal el aleph borgiano, síntesis y esencia del universo, concentrado en una gota. Después vendrían “Horóscopos”, la última muestra de su trabajo, que nos sorprende, enfrentándonos al destino, en un sitio de paso como puede ser un aeropuerto.
Escéptica que sueña, la artista se ha mantenido voluntariamente al margen de las fastuosas manifestaciones que rodean el mundo del arte y que a veces aturden, optando por la intimidad del taller y la modestia que se apoya en la constancia. El tamaño de sus cajas es la evidencia de que lo pequeño no nos deja indiferentes, sino, todo lo contrario, nos obliga a prestar más atención, pone en alerta al ojo para que adapte la escala menor al tamaño del universo.
¿Qué sentido tiene esta tarea que evoca la infancia cuando en la soledad del cuarto o del jardín reproducíamos el mundo en miniatura? Sin duda, tras esta afición se esconde el deseo de guardar y preservar lo que tiene valor para nosotros, los sentimientos, las sensaciones, los deseos, los miedos a los que intentamos dar forma. Por eso, el trabajo de Clara Olivares es una indagación constante sobre el sentido de lo femenino, sobre el amor como viaje a los infiernos y ascenso al mundo celestial, sobre la religión en nuestra cultura occidental, así como sobre el arte y la literatura. Sin embargo, más que una temática determinada, a ella parece interesarle la iconografía que fija estereotipos y cuestiona los valores de nuestra cultura. Porque su papel como artista, que persigue las formas, no es de ningún modo dar respuestas, sino cuestionar nuestros valores, lo que parece justificar su minucioso proceso creador. Como el de los antiguos alquimistas, su arte es el resultado de un constante y sereno oficio, casi artesanal, que parece aspirar a transformar la materia, librándola de las sucias adherencias que enturbian la pureza de nuestros sentimientos, para extraer de ella las más preciosas joyas.
CONSUELO TRIVIÑO ANZOLA
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